Shorashim: Tecnología al servicio de la memoria

Por Carlos Sandoval Cababie, alumno de 8° del Colegio Atid

El proyecto Shorashim fue una oportunidad única para explorar mi identidad judía, mis raíces y la historia familiar que me ha formado. A través de esta experiencia, pude conocer más a fondo el recorrido de mis antepasados y comprender cómo sus decisiones y sacrificios construyeron el presente en el que hoy vivo. Investigar mi historia familiar no solo me conectó con el pasado, también me ayudó a valorar y preservar nuestra herencia cultural y religiosa.

Una de las partes más significativas del proyecto fue la creación de una presentación digital interactiva. Con ayuda de inteligencia artificial, le di voz a mis familiares que ya no están con nosotros, pudiendo así conversar sobre temas importantes como la religión, los valores y las experiencias de vida, combinando pasado, presente y futuro en un mismo espacio. La presentación incluyó videos, fotos familiares, una pantalla forrada como una maleta antigua, un árbol genealógico y objetos simbólicos. Todo esto me permitió dar vida a la historia de mi familia de una manera original, creativa y tecnológica.

Durante el desarrollo del proyecto pasé por muchas etapas: desde bocetar ideas hasta seleccionar lo que realmente quería transmitir. Conecté profundamente con mis raíces y recordé las historias de migración de mis antepasados, quienes llegaron a México desde países como Siria, Hungría, Grecia, España y Turquía. Ellos enfrentaron guerras, persecuciones, dificultades económicas y barreras culturales, pero nunca dejaron de luchar por una vida mejor. Sus historias me inspiran cada día.

Después de seis meses de trabajo, mi proyecto fue seleccionado entre los tres mejores del Colegio Atid para representar a la escuela en Israel. Más tarde, recibí una carta del Museo ANU en la que me informaban que estaba entre los 50 mejores trabajos de la categoría de habla hispana. El 9 de junio, al escuchar los primeros 47 nombres sin oír el mío, supe que estaba entre los tres ganadores. Quedé en tercer lugar de más de 15,000 proyectos, siendo el primer lugar de México.

Para mí, este logro va más allá de un reconocimiento: haber dado voz a mis raíces y honrado el esfuerzo de mi familia es lo que realmente me llena de orgullo. Además, gracias a este trabajo tuve la oportunidad de dar una conferencia en la escuela Humanitree, frente a maestros de escuelas Apple de todo México, donde compartí cómo utilicé la inteligencia artificial en mi proyecto. También impartí un taller sobre su uso en la educación. Poder contar mi historia frente a tantas personas me hizo sentir orgulloso de lo que logré y de quién soy. Este proyecto no solo fue una tarea escolar, fue un viaje profundo para descubrir de dónde vengo, quién soy y quién quiero ser.

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